Aquella palabra que no exige festividad sino el hecho de encender la luz más pura de nuestro corazón y entregar en cada una de nuestras acciones un sorprendente regalo de amor que ilumine el rostro de quien no siempre logra sonreír.
No seamos de metal y olvidémonos de pensar en recibir algo material, reemplacemos nuestras ganas de comprar y hagamos obras por quien no tiene el mejor pan.
Aquel corazón que decidió perdonar y volver amar a quien un día no quiso hablar será la luz que hará brillar nuestro árbol de navidad.
Que Nuestra cena sea la más especial por la unión familiar y el deseo de compartir momentos de fraternidad que será el esplendor que iluminará nuestro corazón.
Estemos atentos a nuestro alrededor ,si tenemos fe recibiremos en nuestro hogar a Jesús escondido en la sonrisa de un niño o en el abrazo inesperado de quien estando lejos hoy decidió estar a tú lado.
Que este gran día se convierta en la entrega del amor más puro y en el recordatorio de quien nos dio su ejemplo.
Saquemos al Jesús que llevamos dentro y vivamos esta Navidad llena de paz amor y felicidad.
Feliz Navidad
Les deseamos a todos nuestro lectores.