miércoles, 9 de febrero de 2011

Ecuador fabrica de leyes ¿el pueblo en qué se beneficia?

19:56

por: Leonardo Rivadeneira
Alguien expresó que las leyes que se habían creado en la Asamblea constituyente de Montecristi eran las más avanzadas y que podían durar mucho tiempo, ¡oh! sorpresa esa leyes novísimas, ahora en dos años no se ajustan a la realidad de justicia nuestra y necesitamos de un referendo para dilucidar sobre nuevas estrategias del gobierno por mejorar el esquema judicial, donde probablemente tres nuevos iluminados, como aquellos sacerdotes orientales pulcros, sanos,  que solo hacen el bien, dirigirán la justicia en el Ecuador como si fueran Supermán, Batman y Robin para los pequeños.
Dicen  "el que no recuerda la historia cae en la trampa de repetirla", a un expresidente le decían que era el dueño del país, porque manejaba aparentemente hasta las Cortes de Justicia, con este referendo ¿se pretende que otros directores de turno también lo hagan?.

Los ecuatorianos como buenos latinos somos muy emotivos, y nos jactamos de nuestras pequeñas ráfagas de talento, que sin son apoyadas por los serviles de turno se hace un gran invento y el gobierno para cambiar la situación del país se inventó esta consulta, que dicen que costará treinta millones de dólares, con eso de podrían construir unas 5000 viviendas populares que tanta falta le hace al pueblo, pero, eso no es importante para el gobierno, hay que seguir creando más leyes.

Somos una fábrica de hacer leyes , si por hacer esto nos pagaran, ya estaríamos exportando, una serie de maravillosos genios por todo el mundo, demostrando lo adelantado que somos en leyes. Aunque si nos pidieran cuenta de porqué esas leyes no han mejorado las condiciones de vida de nuestro país, no quedaríamos de año.

Hay leyes para todo los gustos, sin embargo, ni las leyes que existen se cumplen, un caso es la ley de transparencia. Ahora todo ese poder que le habían dado a la ciudadanía, parecen que se lo quieren quitar, es que una cosa es legislar antes de ser poder y otra es estando en el poder, ciertas leyes se convierten en una camisa de fuerza y hay que cambiarlas.
El pueblo, tranquilo, escucha, observa, se da cuenta que lo quieren utilizar y razonará por su cuenta, que no sea sorpresa la respuesta del pueblo ante tanto cambios que no cambia la realidad social nuestra.

 

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