LEONARDO RIVADENEIRA
El cantón La
Libertad otrora productivo, hoy es una ciudad sin orden y estancada por las
malas administraciones que se vienen estableciendo desde algunos años
atrás, la ciudadanía tiene parte de culpa al elegir a gente impreparada, con
ínfulas despiadada de marginarse ganancias a costa de dirigir deficientemente una
institución.
Los
Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) cantonales de Ecuador reciben fondos
de 2 fuentes principales: ingresos propios generados a través de su gestión y
transferencias del Gobierno Central.
Con esa
base arman el presupuesto anual, si no hay dinero para obras pueden solicitarlo
al BEDE o CAF como lo han venido haciendo, pero con programas desarrollo serios
que beneficie a la ciudadanía.
El
Municipio de La Libertad no se maneja como una empresa sino como una institución
que decide el modelo de gestión administrativa mediante el cual deben
ejecutarse el plan cantonal de desarrollo y el de ordenamiento territorial, los
planes de urbanismo y las correspondientes obras públicas para beneficio
ciudadano que es el que lo elige.
Esas premisas
no las maneja ni el alcalde Tamariz ni sus siete concejales que creen que el
municipio de La Libertad es un botín o una lotería que se la ganaron por
elección popular y ahora le pertenece por cuatro años y apurados andan no por
servir a la ciudad sino de cómo beneficiarse lo más rápido posible porque ya le
quedan pocos meses en el cargo.
Pero estas
actitudes constantes y desleales de todo el concejo cantonal persiste, primero
porque la ciudadanía se lo permite, segundo porque las autoridades de
Contraloría también cuestionada no encuentran irregularidades en las
administraciones cantonales. Tercero Fiscales y jueces no se dan por enterado
del atropello que cometen estos elegidos para destruir la ciudad.
La UAFE es
un membrete a la hora de revisar las finanzas de estas autoridades de elección
popular, así el sistema da cuenta que está podrido, con ello la ciudadanía
siente que esta desprotegida Y RESERVA SU DECISIÓN DE PROTESTAR
