LEONARDO RIVADENEIRA CHAW
Guayaquil
en la década del 60 del siglo pasado sobrepasaba los 500.000 habitantes, convertido
en un polo de desarrollo constante en lo comercial y artístico, lógicamente, los
puntos de distracción entre otros, en lo cultural fueron los conciertos musicales,
cines, las galerías de arte, aunque básicas, era la época que las familias
leían los matutinos El Universo, El Telégrafo, y se informaban de los
acontecimientos locales.
Pocos
conocen que hace 70 años informaba semestralmente al mundo en innumerables
BOLETINES DE ARTES VISUALES de la UNESCO la destacada profesora, además pintora
y escultora EUGENIA MARTILLO VINUEZA sobre lo que sucedía en el ámbito cultural
en Guayaquil, a veces también sobre Quito.
Las investigaciones
en diarios, revistas y libros especializados del pasado muestran ciertos resultados
comunes, por ejemplo: la duración de las exposiciones, eran prácticamente
fugaces en cuanto al tiempo, la mayoría duraban una semana, sin embargo,
terminada la exposición de un artista visual a los dos días se presentaba otro
pintor o escultor en la ciudad de Guayaquil.
Lo mismo
acontecía en los emprendimientos culturales aparecía en ese afán de difundir el
arte, galerías adaptadas como: Joyería Esmeraldas, El Key Club, Galería Huasi
Muru, entre otras. En la década del setenta aparecieron otras.
70 años
después este hábito cultural ha decrecido, mientras los habitantes se
incrementaron de 500.000 a 3 millones de habitantes, los emprendimientos
privados para instalar galerías de arte son casi imperceptibles, la difusión de
las artes visuales presenciales se ha decantado solo para los museos del
Ministerio de Patrimonio y Cultura, y como complemento la otra opción es el Museo
Municipal de Guayaquil.
Realidad
contradictoria porque hace 70 años en Guayaquil no existía universidades para
estudios sobre arte, llegaron los académicos y en ese intento de imponer sus
criterios, descuidaron servir a la comunidad local, ávida de observar obras de
arte de todo tipo. Ellos siguen con el deseo de conceptualizar todo y son
respetables sus criterios, háganlo, formen un observatorio de eruditos que
deseen estar a la altura de las grandes ciudades europeas, pero esa
concentración puntual afecta la difusión de las artes visuales a las grandes masas.
La única
opción de crecer en salas de arte es a través de INMOBILIAR que posee varias
propiedades que pueden servir como salas de exposiciones y cederlas en comodato
u otra figura a la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas u otra institución. Ojalá se interese el
estado por este tema que de alguna forma reduciría la delincuencia juvenil.
Acá en la provincia de Santa Elena estamos viviendo un estancamiento que asusta, los alcaldes viven otras realidades y quieren que vengan los turistas, como que toda diversión es pasar en la playa.