LEONARDO RIVADENEIRA
En El Salvador
el presidente Nayib Bukele toma decisiones para favorecer a la mayoría
vulnerable que necesita abrumadora obra pública que les permitirá vivir en
mejores condiciones, un ejemplo; se da cuenta que el país esta retaceado geopolíticamente
por esa ambición de ciertos líderes que supuestamente dicen servir a los ciudadanos
y hay más de 200 alcaldías insertadas en estructuras departamentales lo que
equivale en Ecuador a provincias, realidad que no ha funcionado y que el
presidente Nayib Bukele desea cambiar.
Acá en Ecuador
estamos lejos de obtener simplificación y ahorro de la burocracia sea vía municipios,
prefectura o vía asamblea, que decir del estado a nivel ejecutivo, obeso e
ineficiente. Más vale siguen ciertos ciudadanos animados a “picar” al estado, ven
la oportunidad de beneficiarse a pretexto de elevar a cantones una serie de
parroquias improductivas, con una población económicamente
activa que viven en condiciones deplorables cuyos ingresos media los tres
dólares diarios.
Ciertas
líderes ambiciosos con intereses políticos desean crear municipios para seguir
lucrando del estado porque los municipios existentes, especialmente lo que
abarcan sectores rurales poca obra realizan, su mayor egreso lo reparte en
fiestas, eventos, dádivas disfrazadas de ayuda comunitaria, la resultante el
pueblo sigue pobre y sin trabajo, ellos sin justificaciones alguna se enriquecen,
aunque usen testaferros, blanqueando el dinero del pueblo.
Todas estas
realidades ocurren en nuestro país porque se decide votar por emoción ante de que,
por raciocinio, por ello tenemos en el país este tipo de políticos, algunos letrados,
otros ignorantes del puesto para el que optan, para ellos eso no importa, los
asesores harán el resto.
En la provincia
de Santa Elena esta realidad es casi calcada, los concejos cantonales están liderado
por gente letrada, iletrada y sinvergüenza, en algunos casos por alcaldes que
han sido noticia en crónica roja por su mal proceder, cuando deberían mostrarse como el ser más impoluto, educado, ya que representa a los ciudadanos. Recién posesionados creen
que el cargo obtenido es un argumento para enriquecerse, da vergüenza observar como algunos
alcaldes muestran su poderío económico viviendo como nunca ha vivido, ahora con
el cuento de la inseguridad hasta carros blindados tienen, de dónde, no se sabe.
Con estos
alcaldes en nuestra provincia de dudoso proceder, no pueden justificarse que
colaboran con la policía, porque ellos actúan contrario al orden y honestidad.
Creen algunos alcaldes que ser burgomaestre es convertirse en un monarca del
cantón, equivocados están, la ambición le pasará factura con el tiempo, sino
reaccionan a favor del ciudadano que lo eligió. Están confiados en que
Contraloría siempre los justifique, eso no será siempre.