El nuevo contralor Mauricio Torres Maldonado se ha expresado
claramente; el objetivo de que los funcionarios de la institución no sea
manoseados por personas que dirigen instituciones o estudios de perfiles
jurídicos, da a entender que prácticamente hay una especie de sociedad de
palabra para favorecer a los que delinquen, por eso es que muchos mandamases de
los GADS se sienten cómodos, a sus anchas por la poca efectividad de las
auditorías que terminan en simples recomendaciones después que se han llevado
el dinero de obras inconclusas, estas mismas autoridades de los GADS
contratantes, perdonan a los contratistas, aunque estaban señalados como
incumplidos, actitud que hace presumir que lo compraron.
Esta realidad ha sido hasta hoy la política en contraloría, se
espera con el nombramiento de Mauricio Torres Maldonado, que esta comodidad de
alcaldes, prefectos y presidentes de las juntas parroquiales, como de todo
funcionario público cambie.
Si el contralor va evaluar a sus funcionarios, también es
importante que analice sus patrimonios, no es posible que funcionarios con
sueldo de $2800 vivan como ejecutivos de gran nivel, viajan constantemente, sus
hijos estudian en colegios caros, tienen propiedades como casa, vehículos y más.
¿Cómo les rinde el dinero? si se supone que no tienen tiempo
más que para laborar en contraloría. Sino se audita sus movimientos bancarios o
de la familia, no habrá cambios, la corrupción se mantendrá.
Ahora Mauricio Torres Maldonado es la esperanza de millones
de ecuatorianos que desean que los contratos de obras se concreten para evitar
esos abandonos que luego cuestan el doble afectando la economía de los municipios,
ministerios, prefecturas, etc y por ende estancamientos en los cantones
especialmente aquellos que tiene pocos habitantes
POR: LEONARDO RIVADENEIRA