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El 25 de agosto, Karla Quintana dimitió como
titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). En la carta que le dirigió
al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, manifestó que
renunciaba de manera irrevocable y con efecto inmediato debido a los contextos
actuales. La Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de
las Américas (CIDHPDA), en voz de su Comisionado para América Latina y el
Caribe, Víctor Hugo Gutiérrez Yáñez, considera preocupante esta declaración, la
cual ha puesto en alerta a los medios de comunicación y a organizaciones
civiles, pues levanta la sospecha de que se han estado manipulando las cifras
de desaparecidos.
Se debe recordar que, a la fecha y según las
cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No
Localizadas, existen más de 100,000 desaparecidos. En suma, la actual
administración ha podido dar un avance considerable para el esclarecimiento de
lo sucedido a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Lamentamos que no haya una política para la
disminución de los desaparecidos. En cambio, existe un incremento en las cifras
de personas no localizadas, así mismo, han aumentado los casos de
desplazamiento forzado en varias regiones del país. De acuerdo con la Comisión
Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), hay cerca de
386 mil 197 personas víctimas de este fenómeno.
No podemos dar por alto la falta de
profesionalización de los ministerios públicos en estos temas, siendo que la
dilación y la corrupción siguen imperando en el sistema político mexicano,
tanto a nivel federal como estatal. Es necesario generar una reflexión en las
políticas públicas sobre el tema de desaparecidos. El “caso Lagos de Moreno” no
es un hecho aislado, estas situaciones se replican en todo el país de forma
alarmante.
En la CIDHPDA reconocemos el trabajo
profesional que realizó la titular de la comisión de búsqueda, el cual,
lamentablemente, ha sido acotado por las políticas del gobierno de la 4T.
México no merece padecer la violencia extrema que mantienen en el desamparo a
las familias y a la población más vulnerable.