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Según la Secretaría de Educación Superior
de la República de Ecuador, 6 de cada 10 personas que se postulan para las
carreras de ingeniería son mujeres; sin embargo, es en las últimas décadas que
se ha notado un aumento significativo en el número de mujeres que escogen estas
carreras, además, han demostrado su talento en diversas ramas de la ingeniería,
contribuyendo a avances tecnológicos, innovación y soluciones para los desafíos
del mundo actual.
Harley García ingeniera
agrónoma que actualmente se desempeña como representante técnica de ventas en BASF, demuestra con
su compromiso, dedicación y pasión por la ingeniería el talento que tiene para
estar hoy en día ejerciendo su profesión. El interés viene de su padre que
utilizaba nombres científicos para nombrar a los alimentos. “Mi papá me enseñó
que el nombre científico del tomate es Solanum lycopersicum y me inspiró
entender todo lo que estaba detrás de eso” comenta García.
Estudió en la
Universidad Técnica de Machala. En su clase, era la única mujer y cuenta cómo
sus compañeros fueron actores claves de su educación. De hecho, “la protegían”
y hasta recibían tutorías por parte de ella, quien tenía buen conocimiento de
las ciencias exactas. Se graduó con honores de la universidad, no solo siendo
la mejor egresada de la carrera de agronomía, si no que se consagró como la
mejor egresada de toda la Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Aunque las tasas
de participación de las mujeres en la ingeniería varían según la región y la
especialidad, se ha observado un aumento gradual en todo el mundo. Sin embargo,
según datos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) menos del 30% de
los profesionales en ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería, son mujeres
a nivel mundial.
Después de ser maestra en la universidad, empezó a trabajar para BASF,
empresa química para un futuro sostenible. En ese entonces ella era la única
mujer en el departamento de agro y con los años pudo ver cómo otras mujeres se
incorporaban a las empresas de esa industria, incluida BASF, cuya fuerza
laboral femenina actual es del 40% y de ellas, el 36% ocupan cargos de
liderazgo.
La historia está
marcada por mujeres ingenieras cuyas aportaciones han sido claves para entender
el mundo tal y como hoy lo hacemos. Contrariamente a lo que se cree, han sido
pioneras en el tema y con determinación han contribuido a la reducción de las
brechas de género aún vigentes en muchos campos. “Se requiere de tiempo,
dedicación, disciplina, compromiso, responsabilidad y capacidad de razonar,
cosas con las que me identifico plenamente”, concluye Harley.
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