El que un presidente electo muestre desde sus inicios el
deseo de gobernar respetando las libertades, no solo de la prensa, que es
quizás el escollo más difícil de superar
cuando el ejecutivo empieza a desviarse de los cauces iniciales propuestos por
él, sino de no inmiscuirse en otras funciones que deben manejarse independiente
con valores éticos y morales como son la función judicial y legislativa, algo
no creíble, especialmente en lo que atañe a leyes, sin embargo, como mensaje es
positivo y no se puede dudar de un presidente que aún no se posesiona.
En todo caso las declaraciones de Guillermo Lasso, hacen
soñar a una gran parte del pueblo ecuatoriano que practica buenas costumbres y
actos de que se avizora un cambio en el país, que el fantasma de la coima irá
desapareciendo, que esa mentalidad de algunos burócratas de pedir algo a cambio
para cumplir con sus funciones se erradique desde el inicio de su función.
El presidente electo Guillermo Lasso debe tomar la directriz
de la honradez y buenas costumbres para que sus ministros y demás funcionarios
sepan que esa es la mentalidad de un presidente que quiere hacer historia, al
punto de adelantarse a rechazar la pensión vitalicia que por ley le
correspondería a futuro, y lo que es más a utilizar su sueldo para ayudar a
personas con problemas emergentes manejado por su esposa.
Son mensajes nunca visto en la historia ecuatoriana de un
mandatario, enviados a una sociedad tan desconfiada de las administraciones
presidenciales por los constantes dolos que la historia y la prensa lo han
cristalizado
Ojalá que este cambio de mentalidad del presidente Guillermo
Lasso repercuta en la sociedad, en los funcionarios, en aquellos que quieren un
puesto público para ver que cazan aparte de su sueldo, haría más productiva a
la sociedad especialmente joven que hoy navega en hacer nada por falta de oportunidades.
Difícil que estos cambios se cumplan, pero
no imposible para Guillermo Lasso, experimentado en ideas innovadoras, la sociedad ecuatoriana se lo agradecerá al minimizar corrupción.
