sábado, 31 de marzo de 2018

Los políticos callan la pobreza de Santa Elena

09:43



Es indudable que los políticos nuestros hacen esfuerzos por enterarse de cómo está la preferencia electoral por tal o cual candidato. Inclusive, a pesar, que las encuestas arrojen algún resultado halagador no deben confiarse porque el ciudadano actúa a veces inconscientemente a la hora de designar su voto.

Sin embargo, los políticos han venido utilizando todas las argucias que le permitan ingresar al corazón de ese pueblo que quiere que lo premie con su designación a la hora de las elecciones sean para la dignidad de prefectos, alcaldías, y juntas parroquiales.

Se iniciaron con la entrega de camisetas, gorras, fundas de víveres, ahora encontraron una manera más divertida de convencerlos a través de las tablas de bingo con premios que mejoren las limitaciones del hogar, en ese largo proceso, se promociona el líder de turno, sin comprender algunos ciudadanos que ese regalo es el fin de su esperanza de cambio.

Se aprovechan en secreto los políticos de una realidad que es lamentable, pues datos del INEC arrojan que el promedio de años aprobados en instituciones de educación formal, para las personas mayores de 24 años, apenas sobrepasa el noveno grado. Es decir, un pueblo adulto que por diversas circunstancias no continuó con la educación formal se ve propenso al engaño, eso ha estado ocurriendo hasta ahora.

A esa realidad le añadimos el desempleo que alcanza el 3.2%, el subempleo 27.6%, empleo no remunerado 5.8 %, y otro empleo no pleno 23% que da la escalofriante cifra de 59,6% de un semiempleo mal dirigido.

En otras palabras, una provincia como Santa Elena que actualmente alcanza la cifra de 372.000 habitantes, apenas 60.000 habitantes tienen un empleo adecuado, el resto se las arregla como puede.

A pocos políticos les interesa esta realidad porque ellos están en otra categoría, sino la estuvieran de dónde sacan dinero para tantas dádivas a la hora de hacer proselitismo.

Es hora de que el ciudadano reaccione, exija mejores condiciones de vida, no coma cuento, que se deje abrazar, que reciba los regalos, pero, que a la hora de sufragar lo haga por el que tiene la voluntad y el conocimiento para cambiar esta triste realidad, ya que sin producir estaremos subordinados a los mismos incapaces de siempre.



 

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