domingo, 16 de julio de 2017

10 alcaldes han mantenido los tres cantones en la mediocridad

12:56



El progreso de las ciudades depende indudablemente de la planificación que hagan los burgomaestres, quienes constantemente en campaña proselitistas han mencionado la palabra progreso, es decir hablan de adelantos y mejoras, que redunde en beneficio del ciudadano a través de obras de distinto tipo, sin embargo, los visitantes, acostumbrados a observar pueblos mejores concebidos y ordenados, no sienten esa mejora, más vale se quejan de los regulares y lentos servicios municipales a la hora de realizar un trámite.

Turistas que vienen a los 10 años observan, enrumbándose por la carretera principal  desde la entrada al cantón Santa Elena, pasando por la Libertad hasta llegar a Salinas, que el panorama no ha cambiado mucho. El ejemplo más claro son los caminos laterales de toda la carretera en la zona urbana, el paisaje es deprimente, casa viejas o medias viejas, los tres cantones no han podido en 20 años mantener a los lados de la carretera un espacio verde que aliviane ese golpe de vista que para el turista significa que estamos entrando a ciudades pobres, desordenadas. Irónicamente hay más espacios verdes en las casas de los ciudadanos que en la vía pública.

El culpable no es un solo alcalde,  la responsabilidad recae en todos, unos más activos que otros, porque estamos hablando de 20 años de un desarrollo insignificante si comparamos con otras ciudades. No debemos compararlo con el progreso interno, porque si lo hacemos, siempre estaremos a 30 años de las ciudades más desarrolladas de nuestro país.

Los adelantos deben lograrse a través de una planificación, pero ¿qué planificación dejan los burgomaestres a su paso?

Recordemos a los burgomaestres de los últimos 20 años.
En Salinas: Nelly Guerrero, Vinicio Yagual, Paul Borbor, Daniel Cisneros
En La Libertad: Patricio Cisneros, Marco Chango y Antonio Espinoza
En Santa Elena: Jimmy Candell, Dionicio Gonzabay y Otto Vera.

Es decir solo 10 personas han manejado las tres ciudades en los últimos 20 años, la resultante: tres cantones: sin árboles, grandes sectores sin un verdadero servicio de agua potable y alcantarillado, sin un camal regional (no funciona, después de 5 años de intentar restablecerlo), lagunas de oxidación mal tratadas, contaminación ambiental por todos lados, ciudades con infraestructura física en condiciones deplorables, desorden en mercados, asentamientos en sitios de alto riesgo permitido por las mismas autoridades, como epílogo los ciudadanos empobrecidos por el escaso turismo y la poca inversión productiva.


 

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