El alcalde Antonio Espinoza cuando
presentó su programa de obras en la etapa de proselitismo político, debería
haber pensado que lo ético y moral sería cumplir con esos proyectos, lo inmoral
es aprovecharse de su elección y no cumplir con sus votantes.
El alcalde Espinoza debería
entender que tarde o temprano responderá antes las autoridades de control
respectivas por haber adjudicado la obra inconclusa del alcantarillado a una
empresa en la que uno de sus accionistas recién había renunciado de una institución
estatal, la ley prohíbe que se den contratos a funcionarios estatales hasta que
no haya pasado 2 años de su renuncia.
Debe entender que su elección no
es sacarse el número premiado de la lotería, sino sacar toda su inteligencia a
flote para servir a 100.000 mil ciudadanos que aún padecen por la falta de agua
potable, alcantarillado y más.
Antonio Espinoza debió entender
que durante el tiempo de su elección hasta su posesión como alcalde, lo
práctico, lo útil, lo sensato era prepararse, para beneficiar a toda la
población. Hoy se quejan los habitantes que tratan de laborar y no tienen las condiciones
para hacerlo en este cantón.
Que el alcalde Espinoza haya
tenido un negocio personal que no era compatible con su cargo, no es
justificativo para no planificar la ciudad que representa.
El día que Espinoza se invistió
como alcalde debió, reunir a las personas más capaces para que lo acompañen en
su administración, sino lo hizo es su responsabilidad.
Espinoza acaba de cumplir 2 años
en funciones y poco es lo que se ha visto en beneficio de la ciudad libertense,
es lamentable observar que las propias infraestructuras municipales estén en
regulares condiciones, qué turismo se puede ofrecer con estas realidades.
Hoy presenta el alcalde Espinoza
un nuevo parque a construirse en el
mismo sitio del anterior, con una inversión de un millón y medio de dólares,
claro que el pueblo va a agradecer que le hagan un nuevo parque, pero con ese
presupuesto hubieran construido en un sitio diferente uno más grande y funcional, no es construir por construir, cómo van a movilizarse los visitantes en un parque con
apenas 2500 metros de espacio.
En fin la historia lo juzgará, pero no se puede seguir haciendo obras, sin
pensar en los efectos colaterales, como el tránsito
Follow @laprimeraec