Persiste la escasa productividad en la provincia de Santa Elena, afectando a profesionales en sus variadas ramas, al sector turístico, al desarrollo industrial agrícola. Hay escaso comercio, más notorio en la capital local tomando en cuenta que aquí residen el 50% de los habitantes de la provincia
Es vergonzoso observar como muchos de estos administradores de los GAD se hacen los desentendidos de esta situación, y se jactan en campaña que son peninsulares de corazón con mentalidad de servicio al prójimo. La ciudadanía se pregunta y que han hechos estos señores por sus conciudadanos.
Ahora que están en campaña política muchos de ellos tratarán de llegar con algún mensaje a su pueblo. ¿Cuál será ese comunicado? ¿Qué estrategia tendrán programada para paliar ese descontento ciudadano?
La provincia con apenas 308.000 habitantes, tiene variados problemas, como la falta de servicios de agua potable, alcantarillado y pluvial. Añadido a ello las lagunas de oxidación, los desechos sólidos y la consiguiente contaminación ambiental, el camal regional y la inseguridad ciudadana que se incrementa debido al auge delictivo ahondado por la falta de empleo
Autoridades locales de elección popular con limitados conocimientos detienen el embellecimiento de las ciudades. Escasean los espacios públicos agradables y amplios, llenos de verdor, para que las familias locales se distraigan, donde converjan un museo de arte, grandes monumentos artísticos, una concha acústica, patio de comidas entre otros en el propósito de captar el turismo nacional. Sitios como estos dinamizan el comercio, el turismo, el trabajo informal, generando ingresos que hoy no les llega al habitante nuestro
Se habla de cultura y eso es dialecto extraño para nuestros líderes, algunos quieren hacer cultura sin masificarla, todo es lento, el comercio, la cultura, el desarrollo vial, la construcción de calles y más.
La falta de capacidad y visión de nuestras autoridades actuales preocupa por que está en juego el futuro de miles de familias en la provincia de Santa Elena. Ya no sorprende enterarnos del incremento delincuencial, cuando lo que debería incrementarse es el progreso comercial, para cambiar la historia necesitamos de personajes con visión, que por ahora no aparecen.
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