Trece años llevamos eligiendo asambleístas para que nos
representen, sin embargo, casi nada han logrado para mejorar las condiciones de
vida de los habitantes de la provincia de Santa Elena, son una vergüenza nuestros
asambleístas, el pueblo los elige porque la ley lo exige, de lo contrario,
pocos votos obtendrían.
Estamos a pocas semanas de un proceso electoral presidencial
y de asambleístas, por doquier andan nuestros candidatos en busca de la aceptación
popular, emitiendo no sé qué criterios para captar el voto ciudadano.
Si fuera por rendimientos nuestros asambleístas deberían
ganar la mitad de su sueldo, sin embargo, consumen al año 46,5 millones de dólares,
eso incluye asistentes y asesores, es común observar el gran nivel de vida que
pueden llevar nuestros asambleístas para que generen leyes de poca repercusión
socioeconómica.
Lo preocupante es que nuestros asambleístas no son personas
visionarias, que se adelantan a la situación crítica del país, más vale andan
atrasados, primeros se dan los hechos y a los años presentan propuestas para
legalizar esos actos.
Santa Elena es una provincia que ha empeorado su situación socioeconómica,
los asambleístas nuestros se justifican que no son gobiernos, otros que depende
de una mayoría de asambleístas para aprobar tal o cual ley, concluyendo nuestros
3 representantes van a calentar puesto.
Es preocupante el accionar de nuestros representantes, que
no generan leyes para cambiar la realidad de 372.000 habitantes, con alto
porcentaje de analfabetismo y desnutrición infantil, delinceuncia galopante que afecta al comercio, a nuestros pescadores y más¿qué futuro no espera?